Los arbustos que al
ser podados se pueden moldear en formas artificiales, se pueden relacionar con
dos tipos de jardines muy curiosos: los jardines de nudo y los laberintos.
JARDINES DE NUDO (knot garden en inglés)
Son jardines de tipo formal, compuestos por setos bajos que
se entrecruzan. Son cuadrados y simétricos, con bordes marcados por setos
también. Dentro de las casillas o espacios delimitados por los setos se plantan
hierbas o flores con colores contrastantes. También se pueden usar gravillas de
diferentes colores para lograr efectos visuales.
Estos jardines se originaron en la época de Isabel I de
Inglaterra. En ellos era común cultivar plantas aromáticas. El diseño de las
formas se asemejaba a los motivos de bordados y tapices.Fueron muy comunes sobre todo en Inglaterra y también en
Francia, donde el gusto por los jardines formales y topiarios predominó durante
mucho tiempo. Reflejaban el dominio del hombre sobre la naturaleza, su poder de
domesticarla y encauzarla.
Diseño:
Es un tipo de jardín especial para ser apreciado
desde cierta altura, por lo que es aconsejable plantarlos cerca de una ventana
en casas con más de una planta. Es indispensable trazar un plan bien meditado y
dibujado en todos sus detalles en papel antes de empezar con la plantación.
Para los bordes que se mantienen podados se puede emplear
boj, Santolina, lavanda, tomillo u otro arbusto o hierba que mantenga una forma compacta. En el
centro del jardín se puede ubicar un punto de interés, como un reloj de sol,
una fuente o una escultura.
LABERINTOS
En Egipto hay referencias de un palacio compuesto por más de de
trescientas habitaciones, conectadas entre sí de tal forma que confundían a
quienes las recorrían. Su finalidad era proteger las cámaras funerarias de
los faraones que reposaban allí de los ladrones de tumbas.
En la Edad Media fueron construidos como sitios de
peregrinación. Para todos aquéllos que no podían emprender el viaje a Tierra
Santa o a otro santuario, recorrer el laberinto era una alternativa simbólica, un camino de ascensión
espiritual. En iglesias y catedrales se construyeron laberintos para uso de los
fieles. Desde la entrada atravesaban las vueltas hasta llegar al centro, donde
enfrentaban las fuerzas malignas (a menudo dibujaban monstruos o demonios allí)
y conseguían salir victoriosos por el otro extremo, completando la experiencia
mística.
Más tarde, a partir del Renacimiento, se construyeron
laberintos en los jardines, hechos con setos podados. Ya se había descartado el
simbolismo religioso y su uso era recreativo, no sólo como entretenimiento sino
como lugar de encuentros clandestinos y galantes. Este tipo de laberintos
deriva directamente de las técnicas para hacer jardines de nudo.
Tipos de laberintos
De acuerdo al trazado del laberinto existen a grandes rasgos
dos tipos: unicursales y multicursales ¿qué significa esto?
- En los laberintos unicursales hay un solo recorrido posible. Desde la entrada el camino, aunque tortuoso, nos lleva inexorablemente al final, no hay posibilidad de perderse.
- Los laberintos multicursales son aquéllos en que las elecciones de caminos son múltiples y no todos nos guían hasta una salida. Está lleno de “callejones sin salida” o vueltas que nos llevan a donde ya hemos pasado.
Dentro de esta clase hay un tipo especial, donde el centro
del laberinto está conectado a través de sus paredes a los límites. Se dice que
hay una manera de resolverlos, que es apoyar una mano en la pared en la entrada
y caminar por cualquiera de sus senderos sin separar nunca el contacto de la
mano con la pared. Si, en cambio, alguna de las paredes del laberinto se
encuentra desconectada de las demás, formando lo que se denominan “islas”, no
hay una receta útil para salir de ellos.
Como curiosidad, en inglés existen dos palabras diferentes: labirynth para los unicursales y maze para los multicursales.
Si nos limitamos al uso de material vegetal para su
construcción, hay varias clases:
- Laberintos hechos con setos podados: en general se usan especies como el boj y el tejo.
- Laberintos de césped: están demarcados en el suelo por áreas con hierba y senderos de gravilla o piso desnudo.
- Laberintos de maíz o girasol: son comunes en áreas agrícolas. Se trazan dentro de estos cultivos (son especies altas, por los que la vista no ayuda a escapar del laberinto). Son una forma de entretenimiento que complementa los ingresos de los agricultores, a veces acompañados por parques temáticos o granjas educativas. Como están formados por plantas que se cosechan, deben ser replantados cada año.
Como pequeño dato literario: al menos que me acuerde, dos cuentos de Jorge L. Borges tratan el tema de los laberintos, uno en el espacio (La casa de Asterion) y otro en el tiempo (El jardín de los senderos que se bifurcan). Ambos son breves y muy entretenidos. Totalmente recomendables, de más está decirlo!