Los perritos…Los amamos con locura, les compramos capitas y trajes para el frío, algunos comparten el interior de la casa con nosotros, otros comparten hasta la cama…pero ¿es el jardín un territorio de guerra? ¿Es el último desafío de la amistad? ¿Tiene que ser lo uno o lo otro?
Si por fortuna tenemos un espacio donde cultivar algo, ya sea una parcelita de huerta, un patio o jardín, un balcón o terracita Y además tenemos mascotas, no hace falta ahogarse en el conflicto.
Con algunas ideas simples, más bien de sentido común y nada rebuscadas, se puede llegar a una convivencia –más o menos- armónica. Pero recordemos que también, como en toda buena amistad, ambos deben ceder un poco. Especialmente es clave el tiempo en que son cachorros: los destrozos pueden ser peores, pero también es el momento de enseñarles algunas pautas de convivencia. Y todos se calman luego al crecer y es más fácil cuidar del jardín.
¿Qué quieren los perros?
Más allá de las barreras idiomáticas para que nos expliquen qué les gusta hay unas pocas cosas que podemos observar que todos necesitan:
Renzo |
1-Delimitar y proteger su territorio
2-Lugar para echarse al sol/lugar para echarse a la sombra
3-Lugar para comer/tomar agua
4-Lugar para hacer sus necesidades
5-Ejercicio
Rossana |
Además, como cada perro tiene sus preferencias, podrían desear otras cosas:
-Escarbar la tierra
-Romper cosas (especialmente cuando son cachorros)
-Pelear con perros vecinos y ladrar (véase punto 1)
-Correr gatos
¿Y que desean los dueños del jardín y de la mascota?Un jardín prolijo, plantas que crezcan y permanezcan enteras, árboles sin cortezas comidas, mobiliario o accesorios de jardín en buenas condiciones, la felicidad y la salud del animalito.
Veamos que se puede hacer enfocando primero las necesidades del perro:
-Respetar los senderos que ha creado. En sus patrullajes por el terreno el constante pisoteo termina marcando la zona que el perro prefiere para sus rondas. En vez de trazar un nuevo sendero es más fácil respetar el que ya está delimitado por el uso y tal vez mejorarlo con algún cubresuelo inerte (lajas, chips, gravilla sin aristas filosas que lastimen las patitas). Es fundamental también para el ejercicio.
Sendero firme para no lastimar las patitas |
-Cercar convenientemente el jardín: ayuda a generar el límite de su espacio propio, al área donde es amo y señor, sin tolerar la entrada de intrusos vecinos. Evita peleas de perros, disgustos de vecinos, heridas y malos ratos. Una sugerencia: cada tanto revisar el perímetro, hay perros que cavan como conejos por debajo de cercas y paredes, cortan o abren alambrados como un alicate o pueden hacer saltos en alto que los lleven fuera de los límites legales de la propiedad. En especial cuando la división es un seto (plantas vivas) las posibilidades de fuga son más altas! También si es posible dejar un sendero despejado que corra por los bordes de la parcela, para evitar que se lancen, por ejemplo para correr un gato y aterricen sobre nuestros bellos arbustos o flores.
-Sería bueno dejar una parcela soleada con césped para que tengan lugar de siesta, tanto en invierno como en verano (no conozco la razón por qué algunos perros eligen estar echados al sol con 40º C ¡pero lo hacen! Bueno, los humanos también, ¿no?)
-Los lugares de comida y agua si nos parecen antiestéticos pueden disimularse un poco con alguna planta o accesorio.
Para satisfacer las necesidades de los dueños:
-Cada cual arma su espacio como le gusta, pero el resultado final debería ser protegido de alguna manera para evitar destrozos, accidentales o no. Por ejemplo, pequeñas cercas de madera, alambrados, cercos de ramas trenzadas, muretes.
Cerca de alambre |
Valla de madera |
-Hay plantas que resisten el maltrato y rebrotan con facilidad, pero alguna mas delicada podría necesitar una protección individual o estar ubicada entre otras más rústicas que le sirvan como barrera. Suele funcionar plantar en grupos, las plantas se protegen unas a otras y no quedan aisladas y más expuestas al pisoteo. También se puede priorizar la plantación de árboles, arbustos o herbáceas de mayor porte. Al traer plantas a casa, elegir los ejemplares que ya estén más crecidos.
-Para la tranquilidad de que el animal no se intoxique, tener cuidado en los productos químicos empleados como fertilizantes o pesticidas y sobre todo con los envases, pueden ser juguetes mortíferos para morder. Es especialmente peligroso el uso de productos para matar babosas o caracoles a base de metaldehído. Parece que para los perros tiene buen sabor y se comen los cebos. De acuerdo a la cantidad ingerida puede provocar intoxicación y riesgo de muerte. Si es necesario usarlos, podrían estar en sectores donde el perro no tenga acceso.
-Si tenemos huerta es sumamente importante excluir a los animales del área, ya que podrían contaminar con las heces las verduras y transmitir parásitos. La huerta debería tener un vallado, tal vez decorativo o disimulado con alguna enredadera, por ejemplo. Por esto mismo, nunca se debería agregar las heces al compost (reciclaje de materia orgánica hogareña).
¡Espero que me cuenten sus experincias o sugerencias para la convivencia armónica entre toda la familia (caninos incluidos) y los espacios verdes de la casa!
¡Ojalá la convivencia perro-jardín sea provechosa y podamos disfrutar de ambos!
En memoria de Pampa, que fue mi compañera de la niñez en mis aventuras en el jardín. De Yli y su hermano el Negro que se comieron toda la corteza de un árbol. Para mis actuales Renzo y Rossana, que luego de desmantelar un jardín completo... ¡me enseñaron a rearmarlo de forma tal que lo disfrutáramos todos!